lunes, 21 de marzo de 2016

Sumo Sacerdote de Amón

     
     Al igual que los faraones, tenían el exclusivo privilegio de encerrar su nombre en un cartucho, y de hecho, desde el 1080 hasta el 945 antes de C. alcanzaron tal poder, no solo económico, sino político, que actuaron como auténticos faraones en el Alto Egipto con capital en Tebas. Aunque su origen se remonta a la lejana dinastía XII, su máximo dominio tuvo que esperar hasta la XX, y a partir de la dinastía XXII su autoridad empezó a decrecer.

     Estos sumos sacerdotes contaban para ejercer su labor con una serie de colaboradores, organizados en un alto clero que se encargaba de los sacrificios que ofrecían a la divinidad, y en un bajo clero que purificaban el templo, o se encargaban de los rituales. Además, poseían una gran cantidad de tierras y ganado, ocupándose de ello un gran número de trabajadores al servicio de esta autoridad religiosa, que incluso cobraba tributos en las demarcaciones en las que se encontraba dividido Egipto, conocidas como Nomos.
     Uno se los sacerdotes de Amón más destacados fue Amenhotep, que se mantuvo en el cargo desde el reinado de Ramsés IX hasta Ramsés XI (entre los siglos XII y XI a. de C.). También fue Visir y asesor principal del monarca. Es significativo el bajo relieve que aparece en el templo de Amón en Karnac, en donde Amenhotep y Ramsés IX aparecen del mismo tamaño, en un arte fuertemente jerarquizado, en donde la dimensión de las figuras guardaba una estrecha relación con la categoría de los personajes. La conclusión que podemos obtener de este hecho es: que faraón y sumo sacerdote llegaron a tener el mismo rango, e incluso, más poder el representante de Amón.
    R.R.C.