jueves, 20 de marzo de 2014

"El sueño de la razón produce monstruos" de Francisco de Goya

     
     Es un grabado* de Francisco de Goya en el que nos encontramos una interesante crítica y burla a la sociedad española de la Ilustración, especialmente de la nobleza y el clero, que se negaban a evolucionar con su añoranza del pasado. Los caprichos, que vendrían a ser un preludio de sus pinturas negras, constan de 80 grabados realizados a finales del siglo XVIII, en este caso nos encontramos con el capricho nº 43 que se publicó en 1799 y casi todos ellos son imágenes consideradas peligrosas para la época. Toda la sociedad es criticada por el artista: la forma de ver la religión, la educación que se ofrecía entonces, las costumbres de las clases sociales, las creencias mágicas tan arraigadas en España, etc. En este aguafuerte, el pintor cae rendido sobre su mesa de trabajo, rodeándose de una serie de monstruos y fantasmas. Con esta imagen quería indicar como la razón libera sus fantasmas durante el sueño, a través del inconsciente que emerge. Esto supone un anticipo al surrealismo. También podría aludir al deseo del artista de destacar el poder de la razón sobre las tinieblas de la ignorancia.
     Existen manuscritos de la época que nos explican el contenido de estas láminas, como el de Ayala, o el que se encuentra en la Biblioteca Nacional. El que tiene el Museo del Prado se considera que ha salido de la mano del propio pintor y la explicación que ofrece de esta estampa es: “La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas”. Mientras que el manuscrito de Ayala lo interpreta como: “La fantasía abandonada de la razón produce monstruos, y unida con ella es madre de las artes.” Y en el de la Biblioteca Nacional leemos: “Portada para esta obra: cuando los hombres no oyen el grito de la razón, todo se vuelve visiones”.
     A la luz del psicoanálisis de Freud, que empezó a publicar sus descubrimientos sobre el inconsciente a finales del siglo XIX, también se podría decir algo sobre el significado de la obra que nos ocupa. Cuando estamos dormidos, nuestra censura moral que se encuentra activa durante la vigilia, se debilita y la parte más oscura, reprimida e irracional de nosotros mismos, aprovecha para salir y hacerse consciente a través de los sueños.
*Los grabados se realizaban con una lámina de cobre, protegiéndolo con un barniz sobre el que se hacía el dibujo, marcándolo con un instrumento de punta dura para quitar el barniz y posteriormente añadir un ácido que marcaría el metal. En dicha marca se depositaría la tinta y al presionar la plancha metálica con el papel, la imagen quedaría impresa en el mismo. Este procedimiento también se conoce como “aguafuerte”.

      R.R.C.