miércoles, 17 de abril de 2013

Keops en miniatura

     Nos han llegado muy pocas esculturas del período en el que este faraón gobernó Egipto hacia la mitad del tercer milenio antes de J.C. No obstante, en el museo egipcio de El Cairo se expone en una de sus vitrinas una pequeña estatua sedente de siete centímetros y medio de altura, tallada en marfil policromado que representa a Keops, el constructor de la Gran pirámide de Guiza. Fue hallada sin cabeza en 1903 en el Templo de Osiris en Abydos por el arqueólogo Sir Flinders Petrie, y años más tarde fue recompuesta, al encontrarse la cabeza en un mercado de antigüedades. Desde el punto de vista artístico presenta una escasa relevancia, pero es la única estatua que conservamos de este faraón de la IV dinastía, que siempre se recordará por su monumental tumba.
     Ataviado con la corona del Bajo Egipto se encuentra sentado en su trono, con la vista al frente y los brazos pegados al cuerpo, portando en su diestra el flagelo símbolo del poder, mientras la mano izquierda reposa sobre su rodilla en una posición típica de las estatuillas reales. A la altura de su pierna derecha aparece un cartucho parcialmente destruido con su nombre, lógicamente en escritura jeroglífica: Jufu.
     Resulta paradójico que al constructor de lo que durante milenios ha sido la obra más grande del mundo, la pirámide que lleva su nombre, se le represente al mismo tamaño que una figura de ajedrez, y que esta miniatura sea la única escultura que ha llegado hasta nosotros de tan importante personaje.  
     R.R.C.