lunes, 1 de abril de 2013

Características generales de la escultura románica

    
     La escultura románica aparece íntimamente enmarcada en la arquitectura: hay una sabia armonía entre el edificio y la ornamentación escultórica que lo invade por dentro y por fuera, pero sobre todo en el exterior es donde se acumula, con objeto de atraer la atención de los fieles que transitan, a los que invita a meditar y a instruir. La decoración tiene un fin didáctico. La iglesia se preocupó de enseñar la religión con arreglo a un método práctico: haciendo sencillos catecismos y tratados religiosos en piedra. Los temas escultóricos se sitúan en:

      A) Las portadas son las partes del edificio donde el arquitecto románico concentra toda esta decoración: la puerta románica tiene un aspecto abocinado muy típico, formado por arcos doblados, que suelen enmarcar un tímpano, que encierra la decoración escultórica más importante, como el apocalíptico del Pantocrátor, el Cristo en majestad, rodeado por los animales simbólicos de los Evangelistas o Tetramorfos o símbolos de los cuatro Evangelistas (león de San Marcos, toro de San Lucas, águila de San Juan y hombre de San Mateo). Si la puerta es muy ancha, se refuerza el dintel sobre el que descansa ese tímpano con un soporte central o parteluz, también llamado mainel.  Las columnas y el mainel de la portada se decoran a veces con estatuas adosadas que siguen la ley de adaptación al marco, incurvándose con las columnillas y sometiéndose a su estrechez y alargamiento. A las arquivoltas se ciñen figuras humanas, animales y de toda índole.

     B) En el alero o cornisa, las cabezas de los pares simulados en piedra presentan un variado repertorio de temas vegetales o animales. A veces esas cabezas se ligan, formando una arquería ciega, bajo la que se cobijan monstruosas figurillas.       

     C) En los capiteles, que están casi siempre decorados con figuras o animales entrelazadas. También recurre el artista a los temas geométricos y, por supuesto, inserta de vez en cuando una figura humana vigorosamente unida al conjunto decorativo. Los capiteles son instructivos y se aprovechan para las representaciones de escenas del antiguo o del nuevo Testamento. Las figuras puramente fantásticas, como monstruos, dragones, grifos, etc.., son también muy frecuentes en la decoración de estos capiteles.

     D) En los ábsides, los motivos se ciñen a la forma de las ventanas. Por el interior la escultura escasea.

       El estilo  de las figuras románicas responde a un ideal abstracto. Se halla en el lado opuesto al naturalismo. El artista románico procede dentro de un reducido campo de libertad. Para la sujeción al tema se cuenta con los modelos (exempla), que son facilitados a los artistas.

Los temas más desarrollados son:

     *El juicio final, que testimonia el horror a la condenación que se pretende inculcar.

     *El pecado adopta una forma repelente: la lujuria, por ejemplo, aparece representada generalmente por una mujer a la que serpientes y sapos roen sus órganos genitales. Se pretende con ello desencadenar el asco del pecado de la carne.

     *El demonio se representa con formas de animales. Aparece bajo un aspecto ridículo, para que los fieles se convenzan de que es una estupidez servirle. De esta forma, lo cómico penetra en los dominios del arte. Lo feo se pone al servicio de lo malo, de igual suerte que la belleza sublime es atributo de Dios.

         El simbolismo  del arte románico ha sido probado por Baltrusaitis. Así dos personajes que aparecen tirándose de las barbas constituyen una representación de la Discordia, mientras que dos esposos abrazados representan la Concordia. Otros temas tratados son: temas de diablerías; juegos con intención humorística; temas de abierto matiz obsceno, con un afán de sacar a la superficie las lacras de la sociedad.


            1.- ESCULTURA ROMÁNICA DE BULTO REDONDO

             Se reduce sobre todo a las imágenes del Crucificado y de la Virgen con el Niño.

            El Crucificado, como en el arte bizantino, es de cuatro clavos, es decir, tiene los pies clavados separadamente. Impasible al dolor, tiene el cuerpo derecho y los brazos horizontales. Es el Cristo vivo y tiene corona. Adopta dos tipos:

           a) Cristo en Majestad, como Rey de Reyes, vestido con larga túnica de mangas y corona.

b) Cristo desnudo, que sólo se cubre desde la cintura hasta la rodilla con una faldilla que cae verticalmente.

           La Virgen aparece sentada, derecha y de frente, con el Niño igualmente de frente. A veces tiene también un libro o el mundo en la otra mano. Para el artista románico, como para el bizantino, la Virgen más que la Madre, es el trono del Salvador. No existe comunicación expresiva alguna entre Madre e Hijo.

           Tanto en las esculturas de bulto redondo como en los relieves de los tímpanos, el artista románico utiliza unos pliegues en los vestidos que nos recuerda a los estilos arcaicos griegos. Los hay paralelos, concéntricos y en zig-zag.

       MANUAL DE HISTORIA DEL ARTE