lunes, 25 de febrero de 2013

El templo de Isis


     Es también conocido como el templo de Filé, por encontrarse originariamente en esta isla del Nilo junto al lago Nasser, al sur de la ciudad egipcia de Asuán. Isis, esposa y hermana del dios del inframundo Osiris, era la diosa de la paz, el amor y la maternidad. Su construcción data de época Ptolemaica, concretamente del reinado de Ptolomeo II entre el 283 y el 246 antes de J.C., aunque se tardó dos siglos más en concluirlo. En la actualidad y como consecuencia de la construcción de la presa de Asuán, se trasladó a la pequeña isla de Agilkia, a un kilómetro escaso de la primera para salvarlo de la crecida de las aguas. Los más de cincuenta mil bloques de piedra de los que constaba el templo fueron trasladados uno a uno y colocados en su nueva ubicación.
     El culto a la diosa se mantuvo hasta el año 535 después de J.C., ya que fue prohibido por el emperador Justiniano que  era cristiano, convirtiéndose en el último lugar de culto pagano en la cultura mediterránea, y se utilizó como iglesia dedicada a la Virgen María, hasta que fue cerrada por la invasión musulmana de Egipto al siglo siguiente.

      No es un templo al uso, pues más que de un solo edificio, se debería hablar de una serie templos que forman una especie de museo al aire libre, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; todos ellos en Filé, dedicados al culto o relacionados con él, de esta importante diosa. Precisamente en sus muros, se grabó el 24 de agosto del año 394 la última inscripción en lengua jeroglífica y, asimismo, se pintó en sus muros la última frase en egipcio demótico el 11 de diciembre del año 452.
      

     Para los visitantes de Egipto, el arribo en barca a este encantador lugar es una de las experiencias más hermosas que se recuerdan. El templo, con sus hileras de columnas en un excelente estado de conservación, y los impresionantes pilonos que dan acceso al interior con enormes  huecorrelieves en sus muros no dejan indiferente a nadie. Se tiene la sensación que hemos regresado al pasado cuando se encontraba  en pleno apogeo, su aspecto actual es tan sólido, impoluto y perfecto, que no cuesta ningún esfuerzo retrotraerse  a épocas ya desaparecidas.
       R.R.C.
Nota: fotos del autor