miércoles, 7 de noviembre de 2012

Stonehenge

    
      Es el monumento megalítico más famoso del mundo, construido por el hombre prehistórico en el sur de Gran Bretaña, a unos ciento treinta kilómetros al oeste de Londres. Cronológicamente corresponde a la Edad del Bronce, es decir, estamos hablando del tercer milenio antes de J.C. Pero su forma definitiva, tal y como  hoy lo veríamos si estuviese completo, no la alcanzó hasta el 1500 antes de nuestra era. Cuatrocientos años después fue abandonado. Está compuesto por enormes bloques de piedra que forman cuatro circunferencias concéntricas, y un foso circular de poco más de cien metros rodea toda la construcción. La finalidad con la que fue construido no está clara, lo que ha dado lugar a muchos comentarios, pero pudo ser utilizado como un templo religioso para adorar al Sol y a la Luna, tener una función funeraria, o incluso un carácter astronómico, con el objetivo de poder predecir las estaciones.
     La clase de piedra arenisca con la que fue construido se encuentra a unos treinta kilómetros al norte de este lugar, y cada uno de estos menhires que integran la construcción pesan unos veinticinco mil kilos, mientras que los bloques colocados sobre ellos, a modo de dintel, alcanzan los siete mil kilos. El primer círculo de piedras tiene un diámetro de casi treinta metros. Tres metros al interior aparece el segundo círculo del que sólo quedan unos veinte menhires. Más al interior, encontramos una formación en herradura con cinco trilitos enormes y, dentro de ellos, diecinueve menhires de menor altura. Encontramos al final la "piedra del altar", de casi cinco metros de alto.
     Para concluir, actualmente no sé cómo andará el asunto de las visitas, pero cuando yo la realicé hace 32 años no nos dejaron caminar entre las piedras, pudimos ver el crómlech con claridad a cierta distancia, pero al menos, no nos cobraron nada.
        R.R.C.
 Nota: Imagen obtenida de Internet