lunes, 17 de septiembre de 2012

Llanto sobre Cristo muerto de Giotto

  
     Giotto nace en el siglo XIII y muere en Florencia en 1.337. Fue pintor y arquitecto del Trecento italiano, lo podemos considerar un precursor de las innovaciones que cambiarán la pintura occidental. En la iglesia de Asís dio muestras de su nueva concepción artística, en los frescos dedicados a San Francisco.
     Fresco que se encuentra en Padua (Italia) de 2x1.85 metros, realizado en 1305-6, bastante deteriorado en la actualidad. Mª Magdalena llorando la muerte de su Señor coge los pies de Cristo. San Juan extiende los brazos para expresar su horror. La Virgen llora la muerte de su hijo, mientras José de Arimatea y Nicodemo contemplan la escena. El árbol del fondo, sobre un paisaje árido, medio muerto, simboliza el horror de la propia naturaleza por la muerte de Cristo.
     Las figuras de Giotto tienen volumen, son tridimensionales gracias a la luz, la técnica y el color. Además las coloca en un paisaje, pasando del hieratismo de la pintura bizantina a una representación de más movimiento y vida. Será el que abra la puerta del Renacimiento italiano.
     Los ángeles del cielo están en escorzos forzados para resaltar el carácter dramático, tienen expresiones de dolor intenso, lloran, gritan, se estiran el pelo...
     Sin duda alguna, este Llanto sobre Cristo muerto es uno de los recuadros más expresivos y más intensos, por su dramatismo, de todo el ciclo de frescos del pintor. A las figuras entristecidas las rodea un paisaje árido, con una montaña rocosa que forma una diagonal hasta un árbol seco en lo alto, que subraya la desolación por la muerte de Cristo.  
     La fuente literaria de la escena representada en este cuadro es el Evangelio según san Juan, 19, 38-42:
     
     Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron, pues, y retiraron su cuerpo. Fue también Nicodemo - aquel que anteriormente había ido a verle de noche - con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. En el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido depositado. Allí, pues, porque era el día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús
    
     En esta representación, lo más importante es el sentimiento de las diversas personas que en ella aparecen. Se trata de un drama de amor en el que el dolor no tiene límites, no solo para los personajes del mundo terrenal, sino también para los ángeles que sobrevuelan la escena en pronunciados escorzos (retorcimientos), y manifiestan su dolor ante la muerte de Cristo mostrando una rica variedad de emociones.
     R.R.C.