lunes, 18 de junio de 2012

El mar Muerto


      El Mar Muerto es un lago endorreico (que no evacua cantidades significativas de agua ni por desagüe superficial ni por infiltración) de poco más de 800 km cuadrados, ubicado  entre Israel, Palestina y Jordania. Tiene 76 Km de largo y 16 Km de anchura máxima, y es el lugar más bajo de la Tierra, situado a más de 400 metros por debajo del nivel del Mediterráneo. Así pues, nos encontramos con la presión atmosférica más alta del planeta con un 15%  más de oxígeno, muy superior a cualquier otro sitio. El porcentaje de sal en sus aguas no tiene comparación con ninguna otra concentración de agua salada natural. Alcanza un 350 por mil, es decir, 10 veces más que cualquier otro mar u océano. Tal cantidad de sal en sus aguas no permite ningún tipo de vida; de aquí, su nombre. Entre los minerales que encontramos en sus aguas, 12 de ellos no aparecen en ningún otro lugar. Por otra parte, la alta presión atmosférica, la gran concentración de oxígeno y las pequeñas gotitas en suspensión en el aire, como consecuencia de la evaporación por las altas temperaturas que allí se registran (es fácil que se alcancen los 45º a la sombra), filtran los rayos ultravioleta del Sol, impidiendo que gran parte de ellos lleguen a la superficie, evitando las graves quemaduras que se producirían si lo hicieran.
     El único río que desemboca es el Jordán, pero debido a que cada vez se utiliza más para cultivos, apenas aporta su caudal a este pequeño mar, que junto con la gran evaporación, que como ya he indicado antes se produce en esta zona cálida y desierta, se está reduciendo cada vez más, tanto en extensión (en relativamente poco tiempo ha perdido más de 200 km cuadrados) como en profundidad, desde los 400 metros de profundidad máxima en la parte norte, a los poco más de 6 en el sur, con una media de 120 metros.
     La historia del lugar se remonta a las ciudades bíblicas de Sodoma y Gomorra; ambas destruidas por Dios con una lluvia de fuego y azufre por sus pecados. Hay quién plantea que, en la actualidad, sus restos se encontrarían bajo las aguas del Mar Muerto. ¿Qué hacían dos ciudades en un lugar tan árido, cálido e inhóspito? Quizás, se dedicaban al comercio de la sal, tan abundante en esta zona. En sus proximidades también se encuentran las ruinas  del monasterio de Qumrán, habitado por los esenios en tiempos de Cristo, pues sabemos que se bañaban en sus aguas todos los días. Casualmente, a mediados del siglo XX en unas cuevas de los alrededores se descubrió su biblioteca, convirtiéndose un uno de los descubrimientos más importantes de la arqueología.
      Por último, una de las características y atractivos conocidos de este mar, es que el cuerpo humano flota en sus aguas debido a su alta densidad, pero nos impide movernos con facilidad, ya que nadar en él se convierte en una ardua tarea. Si no fuera por los hoteles y otras construcciones, con el objetivo de atraer a los turistas a sus costas, sería uno de los lugares más desolados del planeta; un espacio único: una maravillosa desolación.
      R.R.C.
Nota: Fotos del autor